Revolución Inglesa: de la Revolución Puritana hasta la Revolución Gloriosa | Resumen Tradicional
Contextualización
A inicios del siglo XVII, Inglaterra vivió una serie de conflictos políticos y religiosos que culminaron en dos grandes revoluciones: la Revolución Puritana y la Revolución Gloriosa. Estos eventos transformaron profundamente la estructura de poder en el país, llevando a la ejecución de un rey, a la breve implementación de una república y, finalmente, a la consolidación de una monarquía constitucional. La Revolución Puritana, iniciada en 1640, estuvo marcada por tensiones entre el Parlamento y el rey Carlos I, mientras que la Revolución Gloriosa de 1688 resultó en la deposición de Jaime II y en la ascensión de Guillermo III y María II al trono, solidificando el poder parlamentario y limitando la autoridad monárquica.
La Revolución Puritana fue motivada por conflictos entre el rey Carlos I y el Parlamento, exacerbados por tensiones religiosas entre los Puritanos y la Iglesia Anglicana. Este período de tumulto culminó en la Guerra Civil Inglesa, que terminó con la ejecución de Carlos I y la ascensión de Oliver Cromwell al poder, estableciendo la República Inglesa (Commonwealth). La Restauración Monárquica, que siguió a la muerte de Cromwell, trajo de vuelta a Carlos II al trono, pero no eliminó los conflictos políticos y religiosos subyacentes.
La Revolución Gloriosa de 1688 fue un hito significativo en la historia inglesa, resultando en la deposición de Jaime II y en la ascensión de Guillermo III y María II. Este evento consolidó la supremacía del Parlamento sobre la monarquía y llevó a la creación de la Declaración de Derechos de 1689, que estableció una monarquía constitucional y garantizó derechos fundamentales a los ciudadanos. Estos eventos influenciaron profundamente el desarrollo de las democracias modernas, destacando la importancia del gobierno representativo y de los derechos civiles.
Revolución Puritana (1640-1660)
La Revolución Puritana fue un movimiento esencialmente político y religioso que tuvo inicio en 1640, debido a las crecientes tensiones entre el rey Carlos I y el Parlamento inglés. Carlos I intentaba gobernar sin el Parlamento, aumentando los impuestos y encarcelando a opositores, lo que generó un gran descontento entre los parlamentarios y la población. Además, existía un fuerte conflicto religioso, ya que los Puritanos, un grupo protestante, se oponían a la Iglesia Anglicana, que era apoyada por el rey.
Estas tensiones culminaron en la Guerra Civil Inglesa (1642-1651), que vio al país dividido entre los partidarios del rey (caballeros) y los defensores del Parlamento (cabezas redondas). La guerra terminó con la captura y ejecución de Carlos I en 1649, un evento sin precedentes que chocó a Europa. Tras la ejecución, la monarquía fue abolida y Oliver Cromwell asumió el control, estableciendo la Commonwealth de Inglaterra, una república que duró hasta 1660.
Durante el gobierno de Cromwell, hubo un intento de instaurar un régimen puritano, con rígidas normas religiosas y sociales. Sin embargo, el régimen enfrentó dificultades económicas y resistencia política, tanto interna como externa. La muerte de Cromwell en 1658 dejó un vacío de poder que llevó a la restauración de la monarquía.
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Conflicto entre Carlos I y el Parlamento.
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Guerra Civil Inglesa y ejecución de Carlos I.
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Establecimiento de la República Inglesa bajo Oliver Cromwell.
Restauración Monárquica (1660-1685)
Con la muerte de Oliver Cromwell en 1658, Inglaterra entró en un período de inestabilidad política. Su hijo, Richard Cromwell, no logró mantener el control, y en 1660, el Parlamento decidió restaurar la monarquía, invitando a Carlos II, hijo de Carlos I, a retornar al trono. Este período es conocido como la Restauración Monárquica.
Carlos II procuró reconciliar las divisiones causadas por la revolución y la guerra civil. Implementó una política de tolerancia religiosa moderada, aunque las tensiones entre católicos y protestantes aún eran palpables. La restauración trajo alivio para muchos que se oponían al régimen puritano, pero también mantuvo las semillas de futuros conflictos entre la monarquía y el Parlamento.
Durante su reinado, Carlos II enfrentó diversos desafíos, incluyendo la Gran Peste de Londres (1665), el Gran Incendio de Londres (1666) y la guerra contra Holanda. A pesar de estas dificultades, la Restauración Monárquica marcó un período de relativa estabilidad tras los tumultos del período republicano.
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Retorno de Carlos II al trono.
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Política de tolerancia religiosa moderada.
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Desafíos como la Gran Peste y el Gran Incendio de Londres.
Revolución Gloriosa (1688-1689)
La Revolución Gloriosa fue un evento significativo que ocurrió entre 1688 y 1689, resultando en la deposición del rey Jaime II y en la ascensión de Guillermo III y María II al trono. Jaime II, un católico, intentó imponer políticas que favorecían a los católicos, lo que generó un gran descontento entre los protestantes y el Parlamento.
El Parlamento invitó a Guillermo de Orange, un protestante que estaba casado con María, hija de Jaime II, a invadir Inglaterra y asumir el trono. En noviembre de 1688, Guillermo desembarcó en Inglaterra con un ejército, y la resistencia a él fue mínima. Jaime II huyó a Francia, y Guillermo y María fueron coronados como co-monarcas en 1689.
La Revolución Gloriosa es notable por haber ocurrido con relativamente poco derramamiento de sangre. Resultó en la Declaración de Derechos de 1689, que limitó severamente el poder del monarca y estableció una monarquía constitucional, garantizando derechos fundamentales a los ciudadanos y solidificando la supremacía del Parlamento.
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Deposition de Jaime II.
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Ascensión de Guillermo III y María II.
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Declaración de Derechos de 1689 y establecimiento de una monarquía constitucional.
Declaración de Derechos de 1689
La Declaración de Derechos de 1689 fue un documento crucial que emergió como resultado de la Revolución Gloriosa. Promulgada por el Parlamento, la Declaración estableció límites claros al poder del monarca, garantizando una serie de derechos fundamentales a los ciudadanos y fortaleciendo el papel del Parlamento en la gobernanza del país.
Entre las principales disposiciones de la Declaración de Derechos, se destaca la prohibición de que el rey suspenda leyes o imponga impuestos sin el consentimiento del Parlamento, la necesidad de elecciones parlamentarias libres y frecuentes, y la garantía del derecho de petición. Además, la Declaración reafirmó el derecho a la libertad de expresión dentro del Parlamento, un principio fundamental para la práctica democrática.
La Declaración de Derechos de 1689 marcó el inicio de una nueva era de gobierno representativo y de derechos civiles en Inglaterra. Influenció profundamente el desarrollo de constituciones y sistemas políticos en otras partes del mundo, incluidos los Estados Unidos, donde muchos de los principios de la Declaración se incorporaron a la Constitución Americana y a la Declaración de Derechos (Bill of Rights).
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Limitación del poder del monarca.
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Garantía de derechos fundamentales a los ciudadanos.
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Fortalecimiento del papel del Parlamento.
Para Recordar
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Revolución Inglesa: Serie de eventos políticos y militares en Inglaterra entre 1640 y 1688.
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Revolución Puritana: Movimiento político y religioso que resultó en la Guerra Civil Inglesa y en la ejecución de Carlos I.
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Guerra Civil Inglesa: Conflicto armado entre los partidarios del rey Carlos I y los defensores del Parlamento.
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Oliver Cromwell: Líder militar y político que estableció la República Inglesa tras la ejecución de Carlos I.
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Restauración Monárquica: Período de retorno al poder de la monarquía con Carlos II, tras la muerte de Oliver Cromwell.
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Revolución Gloriosa: Deposition de Jaime II y ascensión de Guillermo III y María II, que estableció una monarquía constitucional.
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Declaración de Derechos de 1689: Documento que limitó el poder del monarca y garantizó derechos fundamentales a los ciudadanos.
Conclusión
La Revolución Inglesa, que abarca la Revolución Puritana y la Revolución Gloriosa, fue un período crucial en la historia de Inglaterra, marcado por intensos conflictos políticos y religiosos que transformaron la estructura de poder del país. La Revolución Puritana destacó por la tensión entre el rey Carlos I y el Parlamento, llevando a la Guerra Civil Inglesa, a la ejecución de Carlos I y al establecimiento de la República Inglesa bajo Oliver Cromwell. Este fue un momento de gran inestabilidad, pero también de significativas cambios políticos y sociales.
La Restauración Monárquica, que trajo de vuelta a Carlos II al trono tras la muerte de Cromwell, fue un período de intento de reconciliación y estabilización, aunque las tensiones religiosas continuaron. Finalmente, la Revolución Gloriosa de 1688, con la deposición de Jaime II y la ascensión de Guillermo III y María II, consolidó la supremacía del Parlamento y estableció una monarquía constitucional, marcada por la Declaración de Derechos de 1689. Estos eventos fueron fundamentales para el desarrollo de las democracias modernas.
Comprender la Revolución Inglesa es esencial para percibir la evolución de los sistemas políticos actuales. La limitación del poder monárquico y la valorización de los derechos civiles, iniciadas con la Declaración de Derechos de 1689, influyeron profundamente en la forma en que muchos países son gobernados hoy. Estos eventos históricos destacan la importancia de la participación parlamentaria y los derechos de los ciudadanos en la construcción de gobiernos representativos y democráticos.
Consejos de Estudio
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Revisa los principales eventos y figuras de la Revolución Puritana y de la Revolución Gloriosa, utilizando mapas y cronologías para visualizar la secuencia de los acontecimientos.
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Lee documentos históricos importantes, como la Declaración de Derechos de 1689, para entender mejor los cambios legales y políticos ocurridos durante este período.
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Compara la Revolución Inglesa con otras revoluciones históricas, como la Revolución Francesa y la Revolución Americana, para identificar similitudes y diferencias en los procesos de transformación política.