Filosofía Moderna y Contemporánea | Resumen Teachy
Era una vez, en una pequeña escuela en el corazón de la ciudad, un grupo de alumnos curiosos y ansiosos por descubrir las complejidades del pensamiento humano. En esta jornada llena de descubrimientos, conocerían a los principales pensadores de la filosofía moderna y contemporánea, pasando por varias aventuras y desafíos que los llevarían a una profunda comprensión de conceptos fundamentales. Este grupo de jóvenes mentes audaces, con brillo en los ojos y cuadernos en mano, no tenía idea de las sorpresas y aprendizajes que les aguardaban.
En un hermoso día de otoño, la profesora Ana decidió que sus alumnos debían conocer en profundidad a los pensadores que cambiaron la forma en que comprendemos el mundo. Reunió a todos en el aula y explicó que la clase de ese día sería diferente. 'Vamos a embarcarnos en un viaje a través del tiempo y conocer figuras que moldearon el pensamiento moderno', anunció, con una sonrisa misteriosa. Con esto, los alumnos fueron transportados al siglo XVII, directamente para el encuentro con René Descartes. Descartes era un hombre peculiar, siempre acompañado por su diario donde anotaba sus reflexiones. Conocido por su escepticismo y su frase icónica, 'Pienso, luego existo', desafiaba constantemente sus creencias y percepciones. Para hacer el aprendizaje práctico y divertido, Ana propuso un desafío intrigante: crear un perfil en Instagram para Descartes e imaginar qué publicaciones haría. La atmósfera en el aula se volvió eléctrica mientras los alumnos se organizaban en grupos, discutiendo fervorosamente sobre cómo llevar las ideas de Descartes a la era digital. Algunos imaginaron selfies filosóficas con leyendas profundas, mientras que otros crearon memes provocativos sobre la naturaleza de la realidad y del pensamiento.
Los grupos comenzaron a usar aplicaciones de edición de imágenes para agregar citas y reflexiones que Descartes podría hacer en la actualidad. El aula estaba vibrante con discusiones sobre la importancia de la razón y del pensamiento crítico. Un grupo, particularmente, creó una serie de publicaciones donde Descartes explicaba sus meditaciones mientras tomaba café, haciendo que el filósofo fuera más accesible y humano. Otro grupo hizo un 'story' ilustrando la duda metódica en un diálogo ficticio entre Descartes y sus seguidores. El ejercicio no solo involucró a los alumnos de manera creativa, sino que también consolidó su comprensión de las ideas centrales del filósofo, aportando una conexión personal y actual con conceptos que pueden parecer distantes y abstractos.
Avanzando en la línea del tiempo, los alumnos fueron transportados mágicamente al siglo XVIII, encontrándose ahora con Immanuel Kant, un hombre serio y de principios, cuyas ideas sobre ética y moralidad aún influyen en nuestro pensamiento moderno. Al verlo, los alumnos sintieron un mezcla de curiosidad y respeto. Para entender mejor sus conceptos de ética deontológica y el imperativo categórico, la profesora Ana desafió a los alumnos a hacer algo práctico: crear prototipos de juegos educativos utilizando plataformas de creación, como Scratch. Dibujaron personajes y escenarios donde los jugadores debían tomar decisiones morales, confrontando dilemas éticos a la luz de las ideas de Kant.
El aula se llenó de entusiasmo. Un grupo creó un juego donde los jugadores debían decidir entre decir la verdad o mentir para salvar a un amigo, ponderando los principios kantianos de verdad y moralidad. Otro grupo creó una simulación donde las elecciones morales de los personajes afectaban el desarrollo de la historia, alentando a los jugadores a reflexionar sobre sus decisiones basadas en la ética de Kant. Las pantallas parpadeaban con colores vibrantes y gráficos envolventes, mientras los alumnos discutían y debatían fervorosamente sobre lo que Kant diría acerca de cada elección. La actividad fortalecía la comprensión de las teorías kantianas, transformando discusiones complejas en reflexiones aplicables e interactivas.
Finalmente, los alumnos se encontraron con los siglos XIX y XX, enfrentando la complejidad y profundidad de las ideas de Friedrich Nietzsche y Michel Foucault. Nietzsche, con su existencialismo y nihilismo, trajo un aire de introspección y desafío a las convenciones sociales, haciendo que los alumnos cuestionaran el sentido de la existencia y los valores preconcebidos. Foucault, con sus críticas al poder y al conocimiento, desconstruyó las nociones tradicionales de verdad y autoridad, revelando cómo el poder circula invisiblemente en todas las esferas de la vida. Animada para explorar estas ideas profundas, la profesora Ana propuso un desafío emocionante: los alumnos crearían videos al estilo de debates ficticios entre Nietzsche y Foucault.
Utilizando sus habilidades de narración y edición de video, los alumnos se sumergieron en la tarea. Un grupo representó un debate donde Nietzsche defendía la superación del nihilismo para encontrar significado propio, mientras que Foucault argumentaba sobre las sutilezas del poder y la fabricación del conocimiento. Otro grupo creó un escenario imaginario donde ambos filósofos discutían el impacto de los medios modernos en la formación de las verdades sociales. Con ropa de época y escenarios montados, los alumnos asumieron los papeles de los filósofos, incorporando sus frases y gestos. A través de estas creaciones, pudieron explorar cómo las ideas filosóficas pueden manifestarse en los discursos modernos sobre poder, verdad y existencia, transformando conceptos abstractos en reflexiones prácticas y visuales.
Cada actividad fue seguida de discusiones en círculo, donde los alumnos reflexionaron sobre lo que aprendieron y cómo aplicaron las ideas filosóficas en las actividades. Estas discusiones eran espacios de intercambio sincero, donde cada alumno podía expresar sus descubrimientos y dificultades, y todos se sentían parte de un aprendizaje colectivo. La clase culminó con una compartición en grupo, donde cada alumno presentó su proyecto y el impacto que el uso de herramientas digitales tuvo para profundizar en el entendimiento filosófico. La profesora Ana, observando la evolución de sus alumnos, se sintió profundamente satisfecha y emocionada con el crecimiento intelectual y creativo que presenció.
Al final de la jornada, la comprensión de los alumnos sobre la filosofía se transformó. Se dieron cuenta de que la filosofía, a pesar de parecer distante y abstracta, está profundamente entrelazada con nuestra vida cotidiana, impactando nuestras visiones, decisiones y forma de vivir. La profesora Ana cerró la clase con una reflexión final, recordando a todos que la filosofía es una invitación constante a cuestionar, analizar y comprender el mundo en el que vivimos, y estas habilidades son esenciales en nuestra sociedad dinámica e hiperconectada. Los alumnos salieron del aula con una nueva mirada sobre el mundo, inspirados y listos para seguir desentrañando los misterios filosóficos en sus vidas diarias.
