Durante los Juegos Olímpicos de la Antigüedad, el deporte no era solo una forma de entretenimiento y competencia, sino también un instrumento que reflejaba y reforzaba los valores y la cultura de la sociedad griega. Los juegos se celebraban en Olimpia, y atletas de todas las póleis (ciudades-estado) griegas participaban, buscando honor y prestigio para sus propias ciudades. Además, los juegos estaban intrínsecamente ligados a la religión, con rituales y ceremonias que honraban a los dioses del Panteón griego. Con el paso de los siglos, los deportes y los principios que los envuelven evolucionaron y se extendieron por el mundo, lo suficientemente arraigados en diversas culturas como para convertirse en un fenómeno global. En relación con el papel de los deportes en la sociedad antigua en contraste con la contemporánea, analiza el siguiente fragmento del historiador griego Jenofonte: 'En los Juegos Olímpicos, lo que importa no es la victoria, sino la competencia justa; lo que hacemos en nuestras vidas cotidianas debe reflejar ese espíritu.' Considerando la perspectiva histórica presentada y la influencia de los valores de la antigua Grecia en el deporte moderno, reflexiona sobre cómo los principios de los Juegos Olímpicos continúan moldeando la práctica deportiva y la conducta social en la actualidad.